Y me hace suya como si nunca me hubiera conocido
Me levanta…
Me acaricia y me susurra al oído que esta aquí
Yo le escucho
Pero sus caricias lastiman
Poco a poco se va intensificando su presencia
Y me envuelve entre las sábanas que protegen mi cuerpo desnudo y frágil
Y me quedo inmóvil al oír su voz
Me parece conocida…
Y en el suave viento toma mis recuerdos y los lleva a dar un paseo por las nubes
Me dice que quiere estar conmigo
Y mi corazón se escapa del cuerpo
Y se entrega a ella
Como una ráfaga de viento entra en mí
Y un huracán de emociones enciende el deseo más profundo
De este mar que estaba en calma
Poco a poco se agita
Y la marea sube y temo sumergirme por completo
No me quiero ahogar en este concierto de sensaciones
Me aferro a ella como si fuera la única roca que hay en medio de la mar
Clavo mis manos en su espalda y en su cintura como si no la quisiera dejar ir…
Y entre sus besos de rosa
Me eleva al éxtasis
Me llena de calma
Y me vuelve a llevar a la locura que se desborda en el centro de su cuerpo
Como una ola de mar que viene y va…
Se levanta de mi pecho
Se libera de mis brazos que le rodeaban por su cuello
Y se va…
Se va con ese olor a perfume de rosas y miel
Y el humo de un cigarro que acabo de encender evapora su olor
Y ella se va sin decir adiós porque sabe que volverá…
Sabe que me encontrara
que la estaré esperando en esta cama vacía
En estos sueños, en estos momentos de erotismo
Donde la soledad me atrapó me hizo suya
y se llevó mi vida
en el silencio de un suspiro escondido entre la luna y el sol.
Publicado por
Margarita López
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