Era una noche diferente...se sentía en el aire. No sé si era la emoción de ver a uno de mis artistas favoritos tocar en vivo, o si fue por esa luna hermosa y reluciente ,que me acompañó en la velada, y podía ver reflejada tu mirada y sonrisa de niña tierna en ella.
Era una noche de luciernagas que viajaban como mi mente que por momentos se acordaba de ti y chispazos de emociones venían a este corazón que no encontraba consuelo.
Pensé que siempre te había sido infiel con mi soledad pero descubrí que las huellas que has dejado en mí llenan más el vacío de tu ausencia.
Fue una noche de huracanes y revoluciones en mi corazón porque trataba de coincidir contigo en el espacio y trataba de parar el reloj cuando de ti me acordaba y la luna desde arriba se asomaba y regalaba a los espectadores un rayo de luz…pero yo sabía que mi pensamiento, mi mente coincidía contigo.
Aparece la luciernaga de nuevo y mi mente se enreda con ella en el vuelo, el sonido de un piano al fondo y de un hombre que grita que tiene furia contra el tiempo por poner frente a él lo que siempre había soñado pero…era tarde; y con una voz tartamuda le grité a la luna que sentía lo mismo.
Era una noche fresca. El viento llevaba tu fragancia desde donde tú estabas, un mensaje había escondido en él y era que detrás de esta persecución que tengo de ti hay alguien más a tu lado y me pregunté con rabia y desconsuelo por qué caía nuevamente en este sube y baja de emociones, por qué sigo viajando en el mismo bagon. Y el reloj se paró nuevamente al ver mi carta astral tatuada en tu cintura y aún no sé lo que va a pasar …solo sé que esta noche disfrute por un lado, y por otro….mi corazón sufría con una guerra al saberte de ella.
Publicado por
Margarita López
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